CIUDAD DE MÉXICO, 17 de enero.– Después de señalar a Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez por aprovechar el tema de seguridad para obtener votos a su favor, Jorge Álvarez Máynez insinuó que, en caso de llegar a la presidencia de México, consideraría implementar el “modelo Bukele” como medida para reducir la violencia en el país.
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de enero.– Después de señalar a Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez por aprovechar el tema de seguridad para obtener votos a su favor, Jorge Álvarez Máynez insinuó que, en caso de llegar a la presidencia de México, consideraría implementar el “modelo Bukele” como medida para reducir la violencia en el país.
Álvarez Máynez expresó su profunda vergüenza ante la entrega de la responsabilidad en materia de seguridad a los militares en los últimos tres sexenios. Enfatizó que el abordaje de este problema debe realizarse con seriedad desde la Presidencia, y no mediante simples nombramientos de funcionarios. Aludiendo al éxito del modelo implementado en El Salvador, sugirió que México podría adoptar una estrategia civil orientada hacia la paz.
Comprometiéndose a que el primer compromiso de Movimiento Ciudadano (MC) con México sería abordar la inseguridad, Álvarez Máynez enfatizó la necesidad de un México nuevo, donde el Estado garantice la protección de las personas, el patrimonio y las libertades, considerando esto como una responsabilidad que debe ser asumida desde la Presidencia.
En junio de 2019, Nayib Bukele asumió la presidencia de El Salvador e implementó un régimen de excepción denominado “Plan de Control Territorial”. Este plan incluye medidas como la detención inmediata de sospechosos sin orden judicial, la prolongación de la detención administrativa de 72 horas a 15 días, y reformas penales que afectan los derechos constitucionales de los detenidos. Además, permite la intervención de las telecomunicaciones sin autorización judicial, exponiendo a los ciudadanos a la vulneración de sus derechos.
Bukele también llevó a cabo una reforma carcelaria que estableció “la cárcel más grande de América”, donde más de 40 mil presuntos criminales fueron recluidos. Este sistema incluye el trabajo de los reclusos para obtener “privilegios” como acceso a comida, participación en juicios y evitar traslados, según explicó el propio Bukele.