La tarde del pasado martes, la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía Antisecuestro (AIC-UECS) de Morelos, en colaboración con la Fiscalía Antisecuestro de Quintana Roo, llevó a cabo la aprehensión de Jesús Edgar “N”, también conocido como “Malteadas” o “Chuy”, en Playa del Carmen, Quintana Roo. Esta acción se dio en respuesta a una orden de aprehensión emitida en su contra por su presunta participación en un caso de extorsión ocurrido a finales de octubre de 2023.

Según los informes, Jesús Edgar “N” y dos cómplices más llegaron al negocio de una persona comerciante en la colonia El Ajonjolinar, Cuernavaca, donde exigieron una suma de dinero y amenazaron con dañar a su familia si no se cumplía con sus demandas. A pesar de que la víctima pagó una suma inicial, los extorsionadores volvieron al día siguiente exigiendo un segundo pago, lo que llevó a la víctima y su familia a mudarse de residencia debido al temor por su seguridad.

En enero de 2024, la víctima presentó una denuncia ante la Fiscalía de Investigación de Delitos de Alto Impacto (FIDAI), lo que desencadenó una serie de investigaciones que llevaron a la solicitud de una orden de aprehensión contra Jesús Edgar “N”. Tras la emisión de la orden, se coordinaron esfuerzos con las autoridades estatales y federales para localizar y arrestar al acusado.

El Malteadas intentó quitarse la vida

Finalmente, el 4 de marzo, la FIDAI recibió un aviso de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) de que “Chuy” o “Malteadas” había sido detenido en Playa del Carmen, Quintana Roo, bajo el nombre de “Óscar”, después de un presunto intento de suicidio en un hotel. Una vez confirmada su identidad, se solicitó la colaboración de la Fiscalía Especializada en Investigación de Secuestro de Quintana Roo para llevar a cabo su traslado a Morelos.

Durante la noche del martes, Jesús Edgar fue llevado al Centro de Reinserción Social Morelos, donde espera el proceso legal correspondiente. Su detención es significativa, ya que se le identifica como uno de los principales generadores de violencia en áreas específicas de Morelos, incluyendo Temixco y las colonias Lázaro Cárdenas y El Ajonjolinar en Cuernavaca. Sus actividades delictivas incluyen delitos graves como homicidios, desaparición de personas, extorsión, narcomenudeo y robo de vehículos.