El mes pasado, la cámara baja del parlamento de Alemania votó a favor de legalizar el cannabis para uso recreativo limitado luego de un controvertido debate nacional sobre los pros y los contras de permitir un acceso más fácil.

El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, elogió la medida en una publicación en X el lunes.

“El consumo de cannabis ya existía ayer, pero está aumentando. Ahora está saliendo de la zona tabú”, escribió.

“Esto es mejor para una verdadera ayuda contra las adicciones, para la prevención de niños y jóvenes y para combatir el mercado negro, para lo cual pronto habrá una alternativa”.

Las nuevas reglas significan que los adultos pueden poseer pequeñas cantidades para uso personal, pero la droga sigue prohibida para los menores de 18 años.

Según la nueva legislación, presentada por el partido de coalición gobernante de Alemania, los adultos pueden cultivar hasta tres plantas para consumo privado y se les permitirá poseer 50 gramos a la vez en casa y 25 gramos en público, a partir del 1 de abril.

A partir del 1 de julio, el cannabis estará disponible en clubes autorizados sin fines de lucro con no más de 500 miembros, todos los cuales tendrían que ser adultos. Solo los miembros del club podrían consumir su producción.

El Gobierno alemán dijo que el cannabis seguiría siendo ilegal para los menores y altamente restringido para los adultos jóvenes, y agregó que consumir la droga cerca de escuelas y patios de recreo sería ilegal.

La medida convierte a Alemania en el tercer país de Europa (después de Malta y Luxemburgo) en legalizar la droga para uso recreativo, eliminando el cannabis de la lista oficial de sustancias prohibidas.

Los Países Bajos prohíben la posesión de drogas, pero algunos municipios permiten su venta en cafeterías en el marco de su llamada política de tolerancia.

En otros países, como Australia y Estados Unidos, las reglas varían según la localidad.