Con una inversión de 120 millones de pesos, la compañía suiza Sulzer puso en marcha este miércoles su nueva fábrica de bombas hidráulicas verticales en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, desde donde enviará equipos para el funcionamiento de centrales de generación de energía, principalmente hidroeléctricas, a la industria y a la empresa del Estado, además
Con una inversión de 120 millones de pesos, la compañía suiza Sulzer puso en marcha este miércoles su nueva fábrica de bombas hidráulicas verticales en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, desde donde enviará equipos para el funcionamiento de centrales de generación de energía, principalmente hidroeléctricas, a la industria y a la empresa del Estado, además de que continuará con la proveeduría para la extracción, tratamiento y transporte de hidrocarburos y sus derivados en el país.
La nave de última generación cuenta con 1,400 metros cuadrados y buscará funcionar con grandes bombas horizontales y verticales, como una ampliación a la fábrica que ya cuenta con 40 años de antigüedad.
“Elegimos México por tres razones: la mano de obra altamente calificada, el ambiente de trabajo que nos permite la formación productora de clústers y la ventaja geográfica de conexión marítima y cercanía con el mercado estadounidense que tiene el país “, dijo a El Economista Suzanne Thoma, presidenta de Sulzer a nivel global.
“Actualmente, en México, la empresa elabora bombas horizontales, por lo que esta innovadora infraestructura se destaca por ampliar su capacidad con dos nuevas fosas para producir bombas verticales”, dijo.
Sulzer cuenta con una oficina representativa en México desde 1955 y su propia planta en el Estado de México, construida en 1980. Actualmente la compañía emplea a más de 600 colaboradores distribuidos en sus tres divisiones: Sulzer Flow, Sulzer Chemtech y Centro de Servicios.
La fábrica de bombas verticales de todas las dimensiones comenzó su construcción desde el 2021 en que la empresa suiza, con operaciones en 100 países, tomó la decisión de cerrar su planta en Portland, Estados Unidos, y mudarse al espacio que tras estudios les resultó lo más conveniente en términos de rentabilidad.
La presidenta de Sulzer explicó también que buscarán mantenerse en crecimiento en el país, y para ello requieren de un ambiente de cooperación con el sector público y la apertura a la inversión extranjera que han tenido hasta ahora, según dijo.